Ayer fue el cumpleaños de mi papá, del Osito. El empezó a llamarse osito el mismo día que yo empecé a ser la osita, pero pasaron los años y yo pasé a ser Marcela mientras el siguió siendo el Oso o el Osito.Como lo quiero, creo que lo nuestro fue una adopción mutua, porque el se vino a vivir con mi mamá cuando yo era muy chiquita, y automáticamente lo convertí en padre. My God! Que tarea le encomendó la vida!!, era terrible de chiquita yo y creo que si no hubiese sido por él hoy, viéndolo a través del calidoscopio de los años, no sería la persona que soy. El osito fue el que me enseñó a ser responsable, respetuosa, educada, a no mentir porque las mentiras tienen “patas cortas” y siempre terminan siendo descubiertas, me enseñó que una señorita tiene que bañarse y lavarse el pelo todos los días, que hay que ser puntual siempre,etc, etc en pocas palabras fue el que me domesticó., aunque eso fue una tarea mas difícil que domesticar una manada de leones.Hay muchas anécdotas que seguro él ni recuerda, a mi me apasionaba jugar a los indios y treparme a un árbol de paraíso al fondo del patio, y por supuesto me tenia prohibido que me trepara por miedo a que me rompiera algún hueso. Un día llegó y nos vio a todas las chicas del barrio (Marcela Grande o sea yo, Marcela chica o sea la Machi, Marcela del pasillo o sea la del pasillo de enfrente de casa, y Renata, todas teníamos unos 7 u 8 años mas o menos) subidas al árbol. Nos fue bajando de a una y a medida que nos bajaba nos mandaba con un reto y un chirlo en el trasero a cada una a su casa por desobedientes, yo para evitar que me alcanzara me largue del árbol y caí arriba de las ortigas, cuando lo recuerdo todavía me pican las manos y las rodillas!!!...Como esas hay muchísimas anécdotas. De él puedo decir que gruñe, es un gruñón , pero ambién es un sentimental y llora cuando lo miman y se emociona, en esos momentos los ojos se le ponen muy pero muy celestes. De un celeste maravilloso, como un cielo redondo en el que uno puede sumergirse.
Hace un tiempo que el Osito no está bien de salud, su columna está cansada de levantar peso y trabajar durante tantos años haciendo fuerza., y aunque el cuerpo le dice que no puede , él que es porfiado le dice al cuerpo que insista que sí puede, y así se pelean el afuera y el adentro.Cuando me conto, los otros días, que estaba mas jodido de salud de lo que pensaba, me puse infinitamente triste, sé que el osito no se va a morir, pero si eso llegase a pasar el mundo dejaría de ser el lugar que es.Creo que ese día todas mis batallas estarían perdidas, porque cada logro en la vida es una batalla contra los obstáculos y contra uno mismo, y él siempre me dijo “dale que vos podes no seas vaga”; cada vez que estaba mal me dijo “vamos hija fuerzas que yo te voy a ayudar”. Por eso aunque él no quiera que se lo diga, yo lo amo así de mucho y no me importa que se emocione y llore, poque lo importante es decirle a la gente que uno ama , cuanto los ama.
PD: es probable que nunca lea esto porque odia las computadoras. Igual yo quería compartir con todos los que pasan por acá este poquito de anécdotas de vida.
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